El barman resopló y pareció irritado cuando traté de pedir un mojito. Luego me dijo que no hay mojitos. Cuando le señalé que su colega nos había servido uno anteriormente y que al grupo de al lado solo le habían servido tres, fue muy grosero y dijo que ahora no es posible, sin ninguna explicación de por qué. Tampoco había jabón en los baños de hombres y la música en el bar era demasiado baja, creando una atmósfera extraña. ¡No recomendaría este bar!