Gay Saudi Arabia

    ¿Es Arabia Saudita segura para los viajeros homosexuales?

    From hotel policies to dating apps and cultural risks, this guide explains how LGBTQ+ travellers are navigating Saudi Arabia

      Arabia Saudita presenta uno de los panoramas más complejos y contradictorios para los viajeros LGBTQ+ del mundo. En mayo de 2023, la autoridad turística del reino tomó una decisión sin precedentes al dar la bienvenida explícita a los visitantes LGBTQ+ en su sitio web oficial, declarando: «Todos son bienvenidos a visitar Arabia Saudita y no se les pide a los visitantes que revelen sus datos personales».

      Sin embargo, este mismo país mantiene algunas de las leyes anti-LGBTQ+ más severas del mundo, donde las relaciones entre personas del mismo sexo se castigan teóricamente con la muerte. Para los viajeros gays que estén considerando Arabia Saudita, comprender esta marcada contradicción entre la ley y la realidad nunca ha sido tan crucial.

      La expansión turística del reino representa una decisión económica calculada, más que un progreso social. Como parte de la iniciativa Visión 2030 del príncipe heredero Mohammed bin Salman para diversificar la economía saudí, dependiente del petróleo, el turismo se ha convertido en una estrategia fundamental. Los viajeros LGBTQ+ representan un segmento de mercado particularmente lucrativo, ya que gastan más dinero que las parejas heterosexuales y viajan con mayor frecuencia. Este pragmatismo económico crea un sistema de dos niveles donde los turistas extranjeros reciben un trato muy diferente al de los saudíes LGBTQ+ locales, quienes continúan sufriendo una severa persecución.

      Arabia Saudita gay

      Las leyes saudíes actuales y la dura realidad jurídica

      Arabia Saudita opera bajo un sistema legal no codificado, basado en la interpretación wahabí de la sharia, derivada del Corán y la Sunna. Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo siguen siendo ilegales, sin que existan códigos penales escritos que establezcan límites claros. En cambio, los jueces aplican interpretaciones discrecionales de la ley islámica a casos individuales, lo que genera resultados legales impredecibles.

      Las penas teóricas son severas e incluyen la muerte por lapidación para personas casadas, penas de prisión de duración indeterminada, flagelación de hasta 450 latigazos, multas cuantiosas y la deportación para extranjeros. El marco legal también penaliza el travestismo, la expresión de género no conforme, la defensa en línea de los derechos LGBTQ+ y la exhibición pública de la identidad LGBTQ+. Arabia Saudita no ofrece ninguna protección legal a las personas LGBTQ+, sin leyes contra la discriminación, protección laboral ni legislación sobre delitos de odio que aborde la violencia contra las personas LGBTQ+.

      El sistema educativo del país refuerza estas posturas, y los libros de texto aprobados por el gobierno afirman históricamente que «la homosexualidad es uno de los pecados más repugnantes y los mayores crímenes». La censura de los medios de comunicación es exhaustiva: al menos 26 sitios web LGBTQ+ fueron bloqueados en 2022, y cualquier actividad que se considere que apoya los derechos LGBTQ+ conlleva un proceso penal en virtud de las leyes de ciberdelincuencia.

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      Patrones de aplicación de la ley y persecución documentada

      Si bien el marco legal parece draconiano, los patrones de aplicación de la ley revelan una realidad más compleja. Desde 2016, las facultades de la policía religiosa se redujeron drásticamente, eliminando su capacidad para arrestar, perseguir o detener a sospechosos. Esta reforma fundamental trasladó la aplicación de la ley a la policía y los tribunales ordinarios, reduciendo significativamente el acoso cotidiano en las principales ciudades.

      Sin embargo, la persecución documentada continúa, especialmente contra los ciudadanos saudíes. Casos recientes incluyen la ejecución de cinco hombres en 2019 tras admitir relaciones homosexuales y múltiples arrestos por actividades en redes sociales en apoyo a los derechos LGBTQ+. El trágico caso de Eden Knight, una mujer transgénero saudí de 23 años que se suicidó en marzo de 2023 tras ser obligada a detransicionar, pone de relieve los peligros constantes que enfrentan las personas LGBTQ+ locales.
      Para los turistas, la aplicación de leyes parece mínima.

      El Departamento de Estado de EE. UU. no registró ningún procesamiento conocido por relaciones entre personas del mismo sexo en 2022, y los testimonios de primera mano de viajeros LGBTQ+ sugieren que los visitantes extranjeros discretos enfrentan un riesgo relativamente bajo. Esto crea una clara doble moral: los locales enfrentan consecuencias potencialmente mortales, mientras que los turistas podrían enfrentar solo la deportación.

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      La verdad fundamental para los residentes LGBTQ+ locales

      “La verdad nunca es pura y rara vez simple”, según Oscar Wilde. Hay ambientes gay en Arabia Saudita, pero son muy discretos. Los saudíes gays, especialmente los más adinerados, organizan sus propios ambientes gay en casas particulares. Mientras sean muy discretos, las autoridades tienden a hacer la vista gorda.
      Sin embargo, si un saudí gay pierde el favor de las autoridades, su sexualidad será el pretexto perfecto para perseguirlo. Si un saudí gay mantiene una buena relación con las autoridades, probablemente no tendrá problemas.

      La verdad fundamental para los turistas LGBTQ+

      La experiencia práctica para los turistas LGBTQ+ difiere drásticamente de lo que sugiere el marco legal. Cadenas hoteleras internacionales como Four Seasons, Hilton y Marriott gestionan las reservas de personas del mismo sexo de forma profesional, mientras que los hoteles de negocios en las principales ciudades ofrecen mayor discreción y privacidad. La reforma de las visas de turista de 2019 permite a las parejas no casadas compartir alojamiento sin confirmar su estado civil, lo que elimina una importante barrera práctica.

      La escena LGBTQ+ underground existe, pero se mantiene muy discreta. Eventos como el festival Soundstorm de MDLBEAST atraen a públicos diversos, y se celebran fiestas privadas en barrios adinerados, pero todo requiere extrema precaución. Las aplicaciones de citas como Grindr están bloqueadas (aunque se puede acceder a ellas mediante VPN), mientras que Scruff permanece desbloqueado y cuenta con una mayor base de usuarios saudíes.

      Consideraciones de seguridad y riesgos prácticos

      Los viajeros LGBTQ+ se enfrentan a varios riesgos específicos a pesar de las declaraciones oficiales de bienvenida. El monitoreo de redes sociales sigue siendo exhaustivo, y las autoridades saudíes utilizan pruebas digitales de aplicaciones de citas y actividad previa en redes sociales para iniciar procesos judiciales. Los viajeros deben eliminar contenido LGBTQ+ de todos sus dispositivos y evitar publicar cualquier cosa que pueda interpretarse como apoyo a los derechos LGBTQ+. Si has tomado muchas trampas para compartir con tus amigos favoritos, te conviene borrarlas (haz una copia de seguridad de las buenas o envíamelas) antes de llegar a la aduana.

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      Las personas transgénero viajeras enfrentan riesgos adicionales debido a problemas de documentación, restricciones en el código de vestimenta y acceso a atención médica. El reino no reconoce las identidades transgénero, y aparentar no conformidad con su género aumenta significativamente el riesgo de deportación. La investigadora de derechos humanos Nora Noralla advierte que la bienvenida de Arabia Saudita se aplica principalmente a "occidentales cis y homosexuales" que pueden mantener una total discreción.

      Las precauciones clave incluyen reservar habitaciones de hotel separadas para parejas, evitar cualquier muestra de afecto en público, mantener una vestimenta y un comportamiento conservadores, usar VPN para las aplicaciones bloqueadas y nunca etiquetar ni seguir a personas locales en redes sociales sin consentimiento explícito. La regla fundamental es la discreción absoluta: tratar el viaje como si uno estuviera completamente en el armario.

      Consejos prácticos de viaje para visitantes LGBTQ+

      Para quienes decidan visitar el país a pesar de los riesgos, la preparación es esencial. Antes de viajar, eliminen el contenido LGBTQ+ de sus perfiles en redes sociales, investiguen a fondo las normas culturales y consideren llevar un teléfono "limpio" aparte. Descarguen un software VPN para acceder a aplicaciones y sitios web de citas bloqueados, pero úsenlo con mucho cuidado.

      Durante su visita, alójese exclusivamente en cadenas hoteleras internacionales en ciudades importantes como Riad, Yeda y Al-Ula. Use Careem en lugar de Uber para transportarse y concéntrese en visitar destinos turísticos consolidados en lugar de zonas rurales. Si conecta con gente local a través de aplicaciones de citas, deje que ellos marquen el ritmo y nunca presione a nadie para que comparta información de identificación.

      Los medicamentos esenciales como la PrEP pueden llevarse en su envase original con receta médica; los viajeros no reportan problemas para traer suministros de hasta un mes. Sin embargo, acceder a la atención continua o a servicios médicos para personas transgénero sería extremadamente difícil.

      El enfoque más seguro consiste en tratar a Arabia Saudita como cualquier otro destino conservador que exige total discreción, entendiendo que los riesgos legales siguen siendo mucho mayores que en países comparables. El acceso consular de emergencia puede ser limitado, y los procedimientos legales saudíes difieren significativamente de los estándares occidentales.

      Visión 2030 y la dinámica cambiante del turismo

      El enfoque de Arabia Saudita hacia los turistas LGBTQ+ debe entenderse en el marco más amplio de la transformación económica Visión 2030. Lanzado en 2016, este ambicioso plan busca diversificar la economía para que deje de depender del petróleo, con el objetivo de que el turismo contribuya con el 10 % del PIB para 2030 y atraiga a 150 millones de visitantes anuales.

      Las inversiones turísticas masivas incluyen la ciudad futurista NEOM de 500 mil millones de dólares, el proyecto de desarrollo de lujo Red Sea Project de 28 mil millones de dólares y la transformación del patrimonio cultural de AlUla de 15 mil millones de dólares. Estos proyectos requieren atractivo internacional y competitividad global, lo que genera presión para satisfacer las diversas expectativas de los visitantes.

      La actualización del sitio web de turismo de mayo de 2023 refleja pragmatismo económico más que un cambio ideológico. Los viajeros LGBTQ+ constituyen un mercado lucrativo con un valor global de más de 218 XNUMX millones de dólares, y Arabia Saudita reconoce su potencial de ingresos. Sin embargo, las autoridades enfatizan que los cambios persiguen objetivos económicos más que sociales, y sostienen que los turistas deben «respetar nuestra cultura, tradiciones y leyes».

      Esto crea un sistema de dos niveles similar al modelo de Dubái: políticas internas conservadoras junto con alojamientos orientados al turismo. Los derechos para albergar la Copa Mundial de la FIFA 2034 consolidan aún más este enfoque, y las autoridades saudíes se comprometen a que todos los visitantes serán "respetados y bienvenidos" mientras persista la persecución interna de las personas LGBTQ+.

      Arabia Saudita gay - Mariah

      Las divas descienden

      Mariah Carey hizo historia como la primera artista femenina internacional en actuar en Arabia Saudita, encabezando un concierto en la Ciudad Económica Rey Abdalá el 31 de enero de 2019. Interpretó un repertorio de 13 canciones de sus clásicos, incluyendo "Fantasy" y "Always Be My Baby", con el acompañamiento de DJ Tiësto y Sean Paul. Para la ocasión, lució un conjunto más conservador.

      El evento fue visto por activistas como un gesto propagandístico del régimen saudí, que básicamente encubría su severo historial en materia de derechos LGBTQ+ y libertades de las mujeres. La actuación de Mariah provocó una fuerte reacción de organizaciones de mujeres y de derechos humanos, a pesar de que la presentó como un paso simbólico hacia la desegregación de género.

      Nicki Minaj tenía previsto actuar en el Jeddah World Fest 2019, pero canceló su espectáculo, citando su apoyo a los derechos de las mujeres, la igualdad LGBTQ+ y la libertad de expresión.

      Desarrollos recientes y tendencias emergentes

      Varios acontecimientos significativos ocurridos en 2024-2025 ponen de relieve las contradicciones persistentes en la política saudí. La trágica muerte de Eden Knight en marzo de 2023 desató protestas internacionales y reavivó la atención sobre el trato que Arabia Saudita da a las personas LGBTQ+. Mientras tanto, el anuncio en diciembre de 2024 de que Arabia Saudita sería la sede de la Copa Mundial de la FIFA 2034 generó fuertes críticas de organizaciones LGBTQ+ a nivel mundial.

      Veintiún organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch, condenaron la decisión de la FIFA, calificándola de "un asombroso encubrimiento" del historial de derechos humanos de Arabia Saudí. La controversia subraya el escepticismo internacional en torno a las afirmaciones de Arabia Saudí de acoger a visitantes LGBTQ+.

      Las recientes alertas de viaje del gobierno reflejan esta incertidumbre. El gobierno del Reino Unido afirma que, si bien las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales, las acciones legales siguen siendo poco frecuentes, y aconseja a todas las parejas que eviten mostrar afecto en público. El Departamento de Estado de EE. UU. mantiene advertencias generales sobre la actividad en redes sociales que podría conllevar arresto.

      La escena LGBTQ+ underground muestra señales de crecimiento, con eventos en los festivales MDLBEAST y locales como Sociale Café que ofrecen espacios de encuentro discretos. Sin embargo, esto sigue siendo extremadamente limitado y requiere contactos en círculos adinerados y progresistas.

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      Comparación regional: Arabia Saudita en contexto

      En comparación con otros destinos de Oriente Medio, Arabia Saudí ocupa una posición única. Jordania y Baréin han legalizado plenamente la homosexualidad, ofreciendo marcos legales significativamente más seguros a pesar del conservadurismo cultural. Los Emiratos Árabes Unidos, en particular Dubái, han establecido un modelo de alojamiento práctico durante décadas, con una gran comunidad de expatriados que crea redes sociales protectoras.

      Catar se enfrenta a contradicciones similares a las de Arabia Saudí, tras haber afirmado durante el Mundial de 2022 que "todos son bienvenidos", manteniendo al mismo tiempo las sanciones penales. Omán ofrece destinos hermosos con una aplicación mínima de la ley, pero prácticamente sin una comunidad LGBTQ+. El Líbano ha tenido históricamente la comunidad gay más visible del mundo árabe, aunque la reciente crisis económica y la reacción religiosa han generado nuevos desafíos.

      Israel sigue siendo el único destino totalmente seguro en Oriente Medio para los viajeros LGBTQ+, y Tel Aviv se considera uno de los principales destinos gay del mundo.

      Las recientes declaraciones de Arabia Saudita sobre turismo representan la bienvenida LGBTQ+ más explícita de cualquier autoridad turística árabe, pero el historial práctico sigue siendo extremadamente limitado en comparación con la experiencia de más de una década de Dubái o las protecciones legales de Jordania.

      El veredicto: ¿Pueden los viajeros homosexuales visitar Arabia Saudita de forma segura?

      La respuesta depende completamente de la tolerancia al riesgo individual y de las expectativas de viaje. Para los hombres homosexuales discretos que se sienten cómodos manteniendo un absoluto secreto sobre su sexualidad, Arabia Saudita es una experiencia relativamente manejable, según los testimonios de primera mano disponibles. La infraestructura turística se está desarrollando rápidamente, los sitios históricos son realmente extraordinarios y los niveles generales de delincuencia son extremadamente bajos.

      Sin embargo, los riesgos fundamentales persisten. Las protecciones legales son inexistentes, los patrones de aplicación de la ley podrían cambiar sin previo aviso y la actitud social sigue siendo mayoritariamente hostil. Las personas transgénero que viajan enfrentan riesgos significativamente mayores, y cualquier persona que no pueda o no quiera mantener total discreción debería evitar Arabia Saudita por completo.

      Las motivaciones económicas que impulsan las políticas actuales podrían cambiar si los ingresos del turismo no cumplen con las expectativas o si surge una reacción conservadora. La muerte de Eden Knight y la continua persecución de los lugareños demuestran que el marco legal de Arabia Saudita permanece fundamentalmente inalterado a pesar del marketing turístico.

      Para la mayoría de los viajeros LGBTQ+, existen alternativas más seguras en toda la región. Jordania ofrece protección legal con valiosos sitios históricos, Dubái ofrece una infraestructura turística consolidada con alojamiento práctico, e Israel ofrece seguridad total con servicios LGBTQ+ de primer nivel.

      Arabia Saudita sigue siendo recomendada sólo para viajeros experimentados que se sienten cómodos con destinos de mayor riesgo y que entienden que estarían visitando un país que teóricamente criminaliza su existencia mientras corteja económicamente sus dólares turísticos.

      La transformación Visión 2030 del reino puede eventualmente crear protecciones genuinas para los visitantes LGBTQ+, pero hasta que reformas legales concretas acompañen el marketing turístico, Arabia Saudita representa una apuesta fascinante pero peligrosa para los viajeros homosexuales que buscan explorar uno de los destinos culturalmente más significativos y de más rápido cambio del mundo.

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